Desde que México se constituyó como una nación independiente, ha trabajado para reconocer y mantener viva la memoria de sus héroes.

Por ello, en 1872, el presidente Sebastián Lerdo de Tejada ordenó -mediante un decreto- que en el recién creado Panteón de Dolores se dedicara un espacio para la construcción de la Rotonda de los Hombres Ilustres.