PABLO GÓMEZ, Diputado Federal, nos cuenta sobre las aportaciones de Valentín Campa en la
VIDA POLÍTICA DE MÉXICO
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Me da mucho gusto tener la oportunidad de conversar con el Diputado Pablo Gómez de Morena (Diputado Federal).
Pablo:… Valentin Campa -la figura de Valentín Campa Salazar-: una persona muy destacada en el movimiento sindical mexicano; en la lucha política por los intereses de las clases populares ¿tuviste la oportunidad de conocer a Valentín en persona?Eric Suzán -
Sí -naturalmente-: fuimos compañeros de lucha; de partido, durante muchos años: toda la parte que va de 1971 hasta su muerte. Valentín Campa es un representante de una generación de luchadores obreros (de un sindicalismo de clase -independiente del gobierno y de los patrones-); de una corriente socialista dentro del movimiento obrero mexicano
Desde el momento en que este movimiento obrero empieza a tomar sus diversas corrientes (desde los años 20), él empieza a participar. Toma parte -también- de la formación de la Confederación Sindical Unitaria y, después, del Comité Defensa Proletaria (que es la unidad de distintas corrientes obreras que se van desgajando o entran en conflicto con el Callismo y que se unen en la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM); la concreción de la idea de una sola central obrera (e incluso campesina) que -en un principio- se planteó).
Él destacó en la creación de la CTM. Después vinieron: las divisiones; las purgas; la gubernamentalización de la CTM, y -naturalmente- las corrientes más consecuentes del sindicalismo se separaron o fueron expulsadas. Entonces él también dio la lucha contra el charrismo (como pocos dirigentes obreros del país). Él era un líder muy importante en una lucha histórica contra la conversión de los sindicatos en instrumentos del gobierno, y también contra la conversión de sindicatos como instrumentos de los empresarios (a lo que se le llamó el “sindicalismo blanco” y que tenía su sede principal en la ciudad de Monterrey).
Los patrones regiomontanos de la industria eran los principales impulsores del sindicalismo blanco que (como decía Valentín) pues es muy semejante al sindicalismo charro (tienen algunas diferencias de orden político -nada más-: Unos eran instrumentos del gobierno, otros eran instrumentos de los patrones).
Entonces: Valentín Campa no solamente fue un dirigente sindical: fue un dirigente obrero en toda su extensión, es decir, también de carácter político. Él planteaba que los obreros debían participar -con sus propios planteamientos de clase- en la lucha política , con independencia con respecto a otros partidos.
Él siempre estuvo en la lucha política. En su juventud fue secretario de organización del Partido Comunista y estuvo también en la campaña como candidato a presidente de un líder de ese partido: Hernán Laborde, quien planteaba un programa de carácter obrero. Hernán Laborde era un dirigente obrero -también-. Entonces: Más tarde (muchos años después), después de que él (Valentín Campa) estuvo en la cárcel -en su última prisión larga(duró más de 10 años), (Valentín) fue candidato a Presidente de la República sin registro, postulado por el Partido Comunista, en una campaña electoral en la cual no había otro candidato más que el de oposición. El candidato oficial tenía el apoyo de los paraestatales, o sea: el Partido Popular Socialista y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (que eran partidos subvencionados por el gobierno)
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Lo que llamaban los partidos satélite…
Eric Suzán -
Sí. Les llamaban de muchas maneras…, la mayor parte de ellas eran despectivas. Lo que ocurrió fue que el Partido Acción Nacional (que tenía prácticamente el monopolio electoral de la oposición (como no había otro partido registrado que fuera de oposición, entonces el gobierno favorecía mucho al PAN)) entró en crisis y no pudo postular candidato a presidente (solamente candidatos a diputados y senadores). Entonces: No había otro candidato más que uno, que no tenía registro.
Valentín Campa nunca renunció a dar la lucha electoral (no era de esas fracciones de la izquierda que consideraban que la participación electoral era hacerle el juego a la clase dominante y al gobierno. Él no consideraba eso: él siempre consideró que la participación electoral era una forma de lucha de los trabajadores, presentando candidatos de ellos mismos, con un programa de ellos mismos). Entonces -estando (Campa) en la cárcel- el Partido Comunista intentó hacer un partido y registrarlo (se llamaba Frente Electoral del Pueblo). Lo hizo en alianza con otros grupos de izquierda, pero el gobierno le negó el registro. A pesar de ello lanzó candidatos en todo el país. Era una elección cuyo candidato a Presidente de la República fue Ramón Danzós Palomino (un dirigente campesino del noroeste, que -ya en ese momento- era un líder nacional. Entonces, Valentín Campa fue candidato a senador en la Ciudad de México -sin registro- y pegábamos carteles con su cara en los postes. La policía nos perseguía, nos detenía y demás...Pablo Gómez -
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Esta lucha sindical y política se da en condiciones adversas donde no hay una receptibilidad de parte del gobierno; del Estado mexicano, ni de los factores reales de poder a esa lucha…
Eric Suzán -
Al contrario: el gobierno tenía una clara posición de impedir el desarrollo de estas fuerzas y de reprimirlas. Tan es así, que en las cárceles había muchos dirigentes de esta corriente (no solamente de este partido si no de otros, de sindicatos, de organizaciones campesinas).
Había una izquierda perseguida y una izquierda oficialista (que era la de Lombardo). Entonces: Eran dos grandes segmentos (aunque entre la izquierda –digamos, independientemente (que era perseguida también)- había distintos grupos (nunca hubo en México un solo grupo de izquierda en la historia))Pablo Gómez
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Hablando de la represión de los presos políticos: Tú decides involucrarte y ejercer liderazgo en el Movimiento del 68, que tiene como una de las demandas al gobierno el que se liberara a Valentín Campa y a Demetrio Vallejo, quienes estaban -en ese momento- en prisión. Y después te toca sufrir -en carne propia- la represión del Estado Mexicano ¿Cómo valoras esa faceta de Valentín, de luchador social y político? (Que no ceja en su afán; que está entregado -absolutamente- a la lucha, a pesar de enfrentar condiciones tan adversas como la reacción del poder ejercido -de manera ilegítima- por el Estado mexicano para privarle de la libertad) ¿Llegaste a hablar de ese tema con Valentín?
Eric Suzán -
Sí ¡claro! naturalmente, yo lo conocí en persona cuando salí de la cárcel en el año 71 (cuando yo salí él ya había salido, antes).
Pablo Gómez -
Esos dos años…
Eric Suzán -
Tres; casi tres. Este era un tema recurrente, porque eran: la represión y la prisión política -como parte de esa represión sistemática contra las luchas obreras y populares- y, sobre todo, las actitudes para con la oposición de izquierda (no para con la de derecha: a la derecha no la perseguían; a la derecha (después de la Guerra Cristera) ya no se le volvió a perseguir; con la derecha política y la derecha empresarial –digamos- hubo un gran acuerdo. En cambio, con la izquierda independiente nunca hubo ningún acuerdo. Valentín Campa se convirtió (junto con Demetrio Vallejo), en los dos más importantes líderes obreros que estaban en la cárcel, por haber hecho una huelga que fue reprimida con las tropas del ejército (hubo cinco mil detenidos en el momento de la represión contra el sindicato ferrocarrilero, del cual Demetrio Vallejo era el secretario general).
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(Que eso es a fines de los 50…)
Eric Suzán -
Fue en marzo de 1959. Valentín Campa no fue detenido de inmediato Sin embargo, lo estuvieron buscando y un año después lo detuvieron y estuvo en la cárcel diez años. Demetrio Vallejo y Valentín Campa eran -por lo tanto- símbolos de la lucha por la libertad política, es decir, el rechazo a la utilización de la represión como método de gobierno que desalentaba las luchas independientes. La represión funcionaba bastante bien, porque impedía que mucha gente se adhiriera a estas causas, por temor (esto que dicen: que la represión es contraproducente siempre al represor, no es cierto: Le funciona) Bueno: Llega un momento en que hay una ruptura y la represión es repudiada por partes grandes de la sociedad (como ocurrió en el 68).
En el momento en que surge el movimiento, la primera demanda política no coyuntural es la libertad de los presos políticos. Era una consigna muy conocida en el país (mucha gente salía a pintar -de vez en cuando- y (en paredes y bardas) ponían: “Libertad a los presos políticos”). Campa y Vallejo eran los más notables presos políticos y llevaban ya mucho tiempo presos. Otra demanda era: Derogación del artículo 145 del Código Penal (establecía un delito llamado Disolución Social, que permitía meter a la cárcel a todo aquel que protestara; por ese delito se encarcelaba a los disolutos sociales o disolventes socialesPablo Gómez
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Y es gracias a esa demanda y a la lucha que se dio en el movimiento que Valentín logra recuperar su libertad (a partir de la derogación de ese artículo)…
Eric Suzán -
Sí. Pero -antes- hay que referirnos a una anécdota: A principios del año 68, Valentín cumplió dos terceras partes de su condena y -de acuerdo con la ley- tenía derecho a la libertad preparatoria anticipada. Recibió a un emisario de Luis Echeverría (a la sazón, Secretario de Gobernación) quien le planteó a Campa que el gobierno estaba dispuesto a darle la libertad, siempre que él interviniera para evitar una marcha estudiantil que se estaba organizando y se iba a realizar (iba a empezar en Dolores Hidalgo, Guanajuato, e iba a culminar en la Ciudad de Morelia). La estábamos organizando bajo el planteamiento de la lucha por la libertad de los presos políticos, subrayadamente a aquellos estudiantes que estando siendo procesados eran presos políticos (algunos de los cuales estaban justamente en Morelia, detenidos). Entonces, Campa fue -en ese sentido- muy enfático: Le explicó al enviado de Echeverría (por qué Echeverría es el que daba esa clase de libertades anticipadas), que no lo haría; que no aceptaba una presión (aún si pudiera su planteamiento tener un efecto -que él estaba seguro no lo tendría)-.
Pablo Gómez -
Que incluso le dice: “En todo caso: Si pudiera yo acercar alguna consideración (a los estudiantes) no sería de ese corte: de evitar la marcha de la libertad; sino más bien de cuidar -estratégicamente- cómo se lleva a cabo, pero que sí se lleve a cabo”…
Eric Suzán -
Valentín era un hombre de este tipo; de esta calaña, es decir, no se arredraba nunca. Era un hombre de gran valor. Era: “Un Valentín”. La verdad es que esto caracterizó al dirigente. Su caracterización nunca cambió. Por su consecuencia, esa inmensa congruencia siempre demostró Vallejo (que estaba en la misma postura). (Por) la misma situación de estar en la cárcel, adoptó una postura semejante. Él (Vallejo) hizo una huelga de hambre antes del movimiento estudiantil del 68, demandando su libertad. El gobierno lo llevó a la enfermería de la cárcel y le entubaron para obligarle a estar recibiendo nutrientes. Nosotros hicimos un movimiento en la UNAM en solidaridad con Vallejo.
En el momento en que estalla el movimiento del 68, la consigna de la libertad de los presos políticos es de gran importancia, porque el motivo del movimiento era reivindicar las libertades democráticas: no podía haber libertades democráticas cuando la represión era un método del gobierno; cuando la prisión política era uno de los instrumentos principales de la represión. La prisión política tenía un elemento más: era algo permanente, es decir, había una cantidad creciente de presos políticos y ellos estaban efectivamente presos todos los días (no había represiones violentas todos los días contra manifestaciones, pero todos los días sí existían presos políticos). Por lo tanto, tenía un simbolismo la prisión política: Era contundente para evitar la represión (debía detenerse para poder criticar y para poder luchar en contra del estado represivo que estábamos viviendo). -
Y, en este caso de Valentín Campa ¿Qué nos compartes? Tiene consecuencias cuando se acerca el emisario de Luis Echeverría a ponerle a consideración a Valentín para tratar de tentarlo: Podemos resolver -favolablemente- esta situacion (a la que ya tienes derecho de haber cumplido -ya tres cuartas partes de tu sentencia- y poder salir anticipadamente de presión) y Valentín se niega de nueva cuenta. Viene la reacción represora en ese dictamen, en ese comunicado que le dirige Luis Echeverría, donde Gobernación dice: “la prisión no ha logrado cambiar su ideología política, por tanto no se ha readaptado, y no tiene derecho, no procede la libertad anticipada”
Eric Suzán -
Este documento expedido por Gobernación bajo la conducción de Luis Echeverría, es un documento histórico muy importante porque demuetra el calado represivo del gobierno -la naturaleza del gobierno de Díaz Ordaz-… (que duró doce años -porque fueron seis años de Díaz Ordaz como Secretario de Gobernación y seis años de Luis Echeverría, como Presidente-). Echeverría manda a hacer un dictamen para negar la libertad anticipada de un preso que ya puede solicitarla. Valentín la solicita (es su derecho). Y dicen que: no había modificado las condicciones que lo habían llevado a delinquir (estamos hablando de un delito político: de un delito de asociación, de un delito de expresión de ideas, de un delito de actividad política -disolución social, se llamaba-).
Pablo Gómez -
Lo que hace nugatorio el derecho humano que ya estaba (en) México siendo parte de los tratados internacionales que impulsó (las) Naciones Unidas: todos estos derechos escenciales de la actividad política del pensamiento; de la organización; del derecho de los ciudadanos a incidir en el gobierno…
Eric Suzán -
Bueno: Yo creo que -para entonces- existía el pacto “De San José” (creo que sí). Pero -bueno- de todas maneras la Carta de Naciones Unidas consagraba el derecho, no solamente de asociación, sino también de expresión, de prensa, etcétera, etcétera (de eso no había la menor duda). Ese delito de disolución social era claramente inconstitucional, pero lo legal estaba vigente. Además: Era lo de menos: Nosotros no fuimos acusados de disolución social, a nosotros se nos acusó de sedición, de incitación a la violencia, de motín, de homicidio. No se supo nunca quiénes eran los muertos que habíamos matado (pero no importa). Fuimos sentenciados a dieciséis años de prisión, por hacer un movimiento estudiantil, una huelga en la universidad, y nos acusaron de veinte delitos. No necesitaban el delito de disolución social: tenían totalmente controlado -desde luego-: (a) la procuraduría pero también (a) los jueces. Los jueces eran de consigna. El proceso fue tan sucio (o más) como el proceso contra los ferrocarrileros (el último proceso contra Vallejo y Campa). Entonces: La naturaleza del régimen mexicano no era de un estado de derecho, aún cuando aplicaran leyes –digamos- que negaban libertades, no. Sencillamente, la ley para ellos no existía: Ellos hacían lo que decidían hacer ¡Y ya!
Pablo Gómez -
Pero algo pragmático...
Eric Suzán -
Ustedes deben entender que el Estado corrupto mexicano (porque en México la corrupción no es un mero problema: es parte sustancial del estado. Hoy que el gobierno ya no es corrupto, tiene que luchar contra el estado corrupto que encabeza y lo sigue haciendo y lo vamos a seguir haciendo), el estado represivo y el estado corrupto eran una mancuerna, porque ambos eran utilizados como forma de gobierno: uno para eliminar opositores, otro para comprar adherentes, repartir dinero en todo el andamiaje de la actividad política con afinidad al gobierno.
Pablo Gómez -
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O puestos… (como le pasó a Valentín en Tamaulipas -muy joven- cuando estaba organizando a los campesinos y los obreros en el estado de Tamaulipas y se acerca una persona a proponerle que se involucre, que ayude a la campaña presidencial a cambio de un trabajo y Valentín dice: “No, no gracias”
Eric Suzán -
Pues no: Él sabía, él conocía muy bien el estado político mexicano; conocía los políticos de sus sucesivas épocas, porque Valentín vivió mucho. Empezó muy joven en la actividad política. Entonces: tuvo contacto con varias generaciones del poder (fuimos compañeros en esta Cámara. Empezamos en el año de 1979 en el viejo teatro Iturbide, ahí en Donceles).
Pablo Gómez
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Era una Cámara más pequeña, había más interacción…
Eric Suzán -
Puede haber una cámara de 400 diputados pero pues no: ahora es de 500 (tampoco es mucha la diferencia). Entonces se construyó el edificio “A” de este palacio, y aquí terminamos nuestra gestión como diputados. Teníamos un grupo (el grupo del Partido Comunista) que lo llamábamos así: Grupo Parlamentario Comunista-Coalición de izquierda (porque había varios que no eran de ese partido: eran de otros organismos de izquierda, con los cuales el Partido Comunista había hecho una alianza). Fue éste el primer grupo de izquierda como grupo parlamentario independiente. Contrastaba tanto con el de izquierda oficialista y como con un nuevo partido: el Partido Socialista de los Trabajadores (que tenía un origen independiente pero que -en ese momento- ya había entrado en acuerdos con el poder). Lo dirigía Rafael Aguilar Talamantes. Finalmente esos acuerdos le llevaron al dirigente político a desaparecer de la lucha política en México.
Nuestro grupo parlamentario pertenecía a una Cámara de 400 diputados. El PRI tenía 299 y la oposición tenía 101, pero de la oposición algunos no eran de la verdadera oposición y -además- se repartía de una forma que a todos los partidos les tocaban por lo menos seis diputados (independientemente de la votación que recibían) dos por cada una de las tres circunscripciones que habían, con lo cual, nosotros éramos el grupo más subrepresentado. No obstante éramos el segundo grupo más grande de los no priistas, con dieciocho diputados, pero cada diputado nuestro requería e implicaba más votos que cualquier otro de la Cámara.
Así hicieron el sistema. Estaba muy calculado. La falta de proporcionalidad en los congresos, en los parlamentos, del mundo, es un problema muy serio. El próximo domingo va a haber elecciones en España: con 27% te puedes llevar 37% del parlamento. En Grecia regalan 50 diputados al partido más votado para que complete la mayoría absoluta. Son cosas totalmente artificiales. Aquí siempre hemos luchado por un sistema que sea lo más proporcional posible y no nos vamos a echar para atrás en eso. También de eso nos acusan: de querer lo que no podemos querer.
La verdad, Valentín Campa fue ¡un diputado excelente! Él nunca había sido legislador en su vida anterior. Nunca llegó a la Cámara y lo hizo después de haber sido candidado a presidente sin registro. Fue un excelente orador parlamentario. Presentaba iniciativas de ley. Las defendía con una enorme soltura. Participaba en las comparecencias de esa época en que hubo una apertura hecha por López Portillo (tan es que ahí estábamos en la Cámara). Había comparecencias que duraban doce horas pero la televisión (las transmitía en directo, a todo la país y a todo color) y muchísima gente las veía porque nunca se había visto un diálogo político, con opositores de verdad (no fingidos).
Yo creo que Valentín destacaba mucho ahí por la precisión de sus planteamientos. Él no era retórico: era muy concreto. Planteaba asuntos específicos, les daba la connotación y los ponía en el contexto de la realidad. Esa era una de sus características.
Recuerdo (yo lo acompañé (en) una parte de su campaña como candidato a presidente) andábamos en un coche medio viejo pero también en cualquier otro medio de transporte (él nunca se quejó de esas cosas). Le entraba a como venía el tiro, pero la gira se hacía y llegábamos como se pudiera. Una vez salíamos de Saltillo muy temprano: al amanecer, y se a travesó un perro (o no se qué animal), hubo un choque y el automóvil quedó con el radiador roto. Entonces: Nos bajamos, tomamos un taxi, y fuimos a la estación para trasladarnos a San Luis, íbamos a San Luis a un mitin (muy buen mitin, por cierto, ese de San Luis). No había otro medio en ese momento más que un camión medio guajolotero, de segunda, que se paraba en ese semi desierto que hay ahí -dos o tres veces-, hacía varias escalas también. En ese viaje que fue muy largo, muy pesado, no escuché un solo lamento de Valentín, quien ya era un hombre 70 y tantos años, en ese momento. -
En tu experiencia, en tu vivencia, cuál es tu reflexión ¿de dónde emerge esa base de fuerza, de convicción, de entrega a una causa social, política? A pesar de tener un entorno tan adverso, a pesar de carecer de recursos, de sufrir la represión, de que los avances son muy graduales, de que lo que estás aspirando es a transformar a la sociedad ¿Tú dónde crees? ¿dónde percibías que radicaba la fuerza de Valentín?
Eric Suzán -
Yo creo que tenía un elemento de carácter que se debía haber formado en su primera juventud (o quizá desde su niñez). Algunos elementos de educación (de esos que le dan valor a las convicciones) y una moralidad no específica: una actitud muy apegada a la rectitud personal y a rechazar la corrupción. Pero hay algo más en esto, porque hay mucha gente así, pero no ha habido muchos “Valentín Campa”, entonces hay algo más… Yo creo que tomaba como un instrumento escencial de su comportamiento, una teoría social (que era el marxismo). Tenerla lo afiliaba -ciertamente- a una causa social (que es la causa obrera) pero también a una causa humana: la causa de la emancipación de la humanidad de: la explotación del racismo; de la segregación; de todos los elementos que están presentes en la sociedad y que obran en contra de las personas por razones de clase, de sexo, de género, en fin…, de raza (como le llaman los racistas), o sea de étnia, de cultura, etcétera. Él era -en eso- una persona a quien la teoría que él compartía (la social, una teoría emancipadora) le daba la fuerza de adeshión a una causa. Sin eso -por más honrado, por más valiente, que hubiera sido- no hubiéramos tenido un Valentín Campa (hubiéramos tenido persona muy buena, importante, pero ése no)...
Pablo Gómez -
Y es lo que -también- lo lleva a emprender el esfuerzo de ser autodidacta: porque Valentín no termina la secundaria y -sin embargo-, después está haciendo estos planteamientos como candidato presidencial, como diputado…
Eric Suzán -
Bueno: No termina la secundaria porque tenía que trabajar, y se va a trabajar. Él empieza con unos trabajos pesados, pero él era una persona que estudiaba, leía libros, tenía una biblioteca de cierto tamaño (para ser una biblioteca personal era importante). Algunos libros me dio -alguna vez- de su biblioteca y recuerdo haber visto (que) hacía señalamientos en los textos. Como él tenía la necesidad de explicar lo que ocurría en la sociedad en la que vivía y en el mundo, estaba obligado a estudiar. Simplemente (quizá…) no tenía todo el tiempo que hubiera querido.
En la cárcel seguramente aprovechó algo de tiempo. En la cárcel no es tan fácil estudiar. No se crean: tener tiempo es un poco complicado: todos los días hay muchísimo trabajo doméstico en las cárceles. Uno tiene que preparar -por ejemplo- alimento: no puedes limitarte a la comida que te dan, pues todos los días es lo mismo, lo mismo, lo mismo, y malo. Entonces: Sí tienes que cocinar. Hay muchas cosas que hacer, tienes que leer el periódico (no solamente libros): es muy importante para un luchador leer el periódico -de cabo a rabo-. Hay que estar lo mejor informado posible (ahora ya es más fácil estar muy informado, pero en aquellas épocas era nada más la prensa lo que se usaba). Él (Valentín) era un lector de periódicos, pero profesional, y no podía vivir sin eso. Así se hizo y así era.Pablo Gómez -
¿Cuál era la postura de Valentín, su manera de abordar estratégica y tácticamente la represión, habiendo sufrido tantas veces el ingreso a prisión y habiendo acumulado más de diez años de manera arbitraria ininterrumpida?
Eric Suzán -
Él estuvo preso como catorce años en total.
Pablo Gómez -
Ya después de haber sufrido todo eso ¿qué recomendaba él? ¿Cuál era su convicción de cómo había que reaccionar, antes?
Eric Suzán -
Bueno: Tú sabes que ante… un estado represivo, tienes que tomar tus opciones. Primero: Si te metes a lo que te vas a meter, pues ya sabes a lo que le vas tirando (cuál es el riesgo…): la libertad o la vida quedan sujetos a grandes riesgos. También perder el trabajo, otras cosas… (hay riesgos más bajos que algunos prefieren). Pero lo importante -frente a un estado represivo- es la enjundia con la cual luchas contra la represión. Entonces: Campa luchaba desde la cárcel contra el estado represivo (también Vallejo y otros muchos), luchar como preso político por tu libertad; luchar contra la represión.
Pablo Gómez
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Y luego, cuando lograbas reconquistar tu libertar ¿no había gente que le recomendaba a tus familiares, que te decían: “Oye: Mejor vámonos de México. ¡Te van a volver a agarrar!”
Eric Suzán -
Bueno: Tanto así de: “Vámonos de México”, no. No es tan fácil irse de un país, no (como no sea que te vayas de bracero, eso sí está más a la mano). Pero no, creo que en las familias sí había consejos de: “cuidado”, “mejor no te metas” a gente que estaba participando. En el caso de Valentín ¡nadie podía ni siquiera sugerirle algo como eso! Ya se sabía, todas las personas que conocía Valentín ya sabían cómo era: no podías hacer con él conversaciones sin sentido; tenías que hablar con él cosas que tenían sentido.
Pablo Gómez -
A ti te tocó con él desplegar todo un esfuerzo de unidad de… las izquierdas genuinas, que llevó a la fundación del PSUM, del Partido Socialista Unificado de México, ¿qué recuerdas de la postura? Valentín -por décadas- buscó, siempre, acercar; hacer alianzas; expandir el movimiento con campesinos, las distintas industrias, con sindicatos más variados…
Eric Suzán -
Valentín Campa fue expulsado en 1940 del Partido Comunista. Él era el secretario de organización. El Partido Comunista hizo un congreso extraordinario y confirmó la expulsión del secretario general y del secretario de organización (entre otros). Entonces salió de ese partido. Valentín compareció ante el congreso, hizo uso de su derecho de defensa, de lo que lo acusaban eran responsables los acusadores (la neta) y él también. Eran cuestiones de línea política, de decisiones en materia de alianzas en el moviemiento obrero, las principales cosas de que lo estaban acusando, pero la verdad es que hubo una conspiración contra esa dirección que él explica (como la entendió) en su libro.
Pablo Gómez -
Contra Hernán Laborde…
Eric Suzán -
Sí. Otros dirigentes que estuvieron con ellos (algunos de sus expulsadores también fueron expulsados -después- y, juntos) hicieron un partido que se llamaba Partido Obrero Campesino Mexicano) (POCM). Ese partido participó muy activamente (Vallejo también era de ese partido) en el movimiento ferrocarrilero, tanto en el momento en el que ellos toman la dirección del sindicato (que fue un gran movimiento de masas) como en el movimiento que ellos hacen (la huelga que fue reprimida) en el año del 59. Ya tenían un año en la dirección del sindicato.
Entonces: Después de la represión, el Partido Obrero Campesino Mexicano toma un acuerdo de activar su estatuto para que todos sus miembros regresen al Partido Comunista, en un acto frente a la represión (y todo es un acto unitario de todos) pero algunos no lo cumplen y ese partido sigue existiendo. Ese partido (o los restos de ese partido) (ya tomaron otro nombre), también participaron en la creación del PSUM.
Como quien dice, Valentín Campa se andaba enontrando a sus contemporáneos de izquierda por todo el camino… Después que fue expulsado Vallejo del partido de Heberto Castillo: el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT)), Vallejo ingresó también al Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Otra vez, toda esa generación estaba volviendo a militar en la misma organización política. Muy interesante eso.
El creador de la línea unitaria (mentiría yo si te dijera que fue Valentín) fue Arnoldo Martínez Verdugo: él fue el que convenció y siempre tuvo el apoyo en esas cosas (y en otras muchas) de Valentín.
Valentín tenía el mismo espíritu unitario cuando se formó el Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Yo fui el líder nacional de ese partido los seis años que existió. Ese partido fue el que prestó el registro para la formación del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El PRD tiene actualmente el registro que obtuvo el Partido Comunista en 1978, un partido fundado en el mes de noviembre (se cumplen ahora los 100 años de aquel 1919).
La vida da muchas vueltas (buenas y malas), el caso es que el PSUM siguió su línea unitaria en la formación del PRD bajo la convocatoria de Cuauhtémoc Cárdenas, y Valentín concurrió.
Valentín tomó un papel –también- en la unificación de las candidaturas. Cuando Cárdenas fue candidato (un partido que se hizo a partir del PSUM y del PMT que era el partido de Heberto) había ya postulado candidato, que era Heberto. Entonces: Dentro de ese Partido Mexicano Socialista ahí estaba Campa. Desde luego, se empezó a gestar un movimiento que Campa apoyaba para la unificación de las dos candidaturas. Se entendía que era el apoyo de Heberto a Cuauhtémoc Cárdenas, la modificación sería así (no al revés), pues la candidatura fuerte era la de Cárdenas.
Se logra al final y hay una fotografía (en la calle de frente a la sede del partido) donde están Cuauhtémoc Cárdenas y Heberto Castillo el día del anuncio oficial de que Heberto (y el partido donde militaba Heberto (el PMT) (y nosotros también en el PSUM)) iba a apoyar la candidatura de Cárdenas. En medio de los dos está Campa, quien le toman las manos a ambos. Ésas eran unas cosas muy simbólicas, siendo Valentín un hombre tan distinguido de izquierda con una tremenda historia y respeto de todo mundo. Que fuera quien simbolizara esa unión, sirvió: tuvo un impacto.
La unión misma tuvo un impacto en la candidatura de Cuauhtémoc (creo que Cuauhtémoc lo ha dicho: Lo apreció -en esa coyuntura- a pesar de que las preferencias electorales que tenía Heberto eran muy bajas. Creo que potenció mucho el apoyo electoral popular a favor de esa candidatura. Pues en todas estas cosas estuvo Campa, y en mil cosas más que en este momento no podemos analizar porque, o unas no las conocemos u otras no nos vienen a la mente o no daría el tiempo de poder hablar…Pablo Gómez