Texto descriptivo


ROSALÍO HERNÁNDEZ, Presidente del Centro de Asesoría Jurídica y Sindical Valentín Campa,
nos cuenta sobre las aportaciones de Valentín Campa en la
VIDA SINDICAL DE MÉXICO

  • Me da mucho gusto entrevistar a Rosalío Hernández, director del Centro de Asesoría Jurídica y Sindical Valentín Campa.

    Un rasgo que distinguió a Valentín como líder sindical (y político) fue su constante llamado a la unidad (las condiciones de adversidad, la dimensión de la lucha y la fuerza de las reacciones que ésta despertaba, así lo requerían) ¿Te vienen a la mente algunas situaciones en las que Valentín haya constatado -con especial satisfacción- una gran unidad en sus compañeros trabajadores? ¿Qué estaba en disputa en ese momento en particular y cómo es que se pudo dar ese nivel de unidad excepcional?

    Eric Suzán
  • Yo creo que la idea de trabajar por la unidad es un elemento que fue cuajando con el tiempo y de acuerdo a las experiencias que Valentín vivió. Él narra -en sus memorias- que la primera experiencia fue cuando Villa tomó por -segunda vez- Torreón y el participó (e incluso así lo dice) tomando algunos víveres de las tiendas que había allá en Torreón, pero que incluso -con otros jóvenes- fue alistarse a las Fuerzas de Villa, porque estaban muy molestos porque teníamos también la invasión extranjera (porque Villa había entrado a Columbus, Estados Unidos). Pero no los dejaron participar porque eran menores de edad.

    Después, ahí cerca de Torreón: en San Hipólito, Coahuila, participó en el 122 aniversario de la Independencia de México. Tenía 18 años. Trabajaba ya como estibador en ferrocarriles. Ahí dio -siendo muy joven: 18 años- el Grito por la Independencia de México y una de las cosas que criticó en ese lugar al que le decían -por cierto-: el “Hipólito de los Locos” (porque se tomaba mucho alcohol), (fue la carencia de una escuela). Trabajó para la construcción de una escuela (porque había varias cantinas pero no había escuela). Gracias a que él participó en esa conmemoración, se formó un comité y ahí nació una escuela a la que le pusieron -por cierto-: “Miguel Hidalgo y Costilla”.

    Después se tuvo que trasladar a la Ciudad de Victoria, Tamaulipas.
    Trabajó en ferrocarriles y le tocó participar en la primera huelga nacional de ferrocarriles encabezada -fundamentalmente- por la gran labor del Partido Comunista Mexicano. Para entonces ya Valentín Campa era el dirigente de los ferrocarrileros de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

    Participó en la organización del estallamiento de la huelga, porque fue una huelga de naturaleza nacional. Fue declarada un día antes ilegal. En aquel entonces, el Secretario de Industria, Comercio y Trabajo era Luis N. Morones, quien -al mismo tiempo- fungía como Secretario General de la CROM de la (Confederación Regional Obrera Mexicana).

    Y -por cierto- Vicente Lombardo Toledano era el oficial mayor de esa secretaría, cuando estalló la huelga Valentín como dirigente de los ferrocarrileros (de Tamaulipas). A la edad de 23 años  encabezó esa huelga. Fue golpeado (cualquiera que haya conocido a Valentín o (lo haya visto) en fotografías, (se percatará de que) está lastimado: recibió un golpe con una pistola en el rostro y (la marca) la tuvo toda la vida.

    Entonces -desde muy pequeño; desde muy joven- comenzó a considerar que la unidad era fundamental para enfrentar los grandes problemas de aquel entonces. Recordémos que si bien era cierto que ya existía el artículo 123 constitucional desde 1917, no había una ley federal del trabajo, entonces: No estaba reglamentado el ejercicio de derecho de huelga, por ejemplo; no estaba reglamentado el derecho de los trabajadores a participar en las utilidades de las empresas; no estaban reglamentadas las causales de despido de los trabajadores; no estaba reglamentado el derecho a la estabilidad laboral; no estaban reglamentados los asuntos derivados de higiene y seguridad en el centro de trabajo; no estaba reglamentado el asunto de la salud; no había (por supuesto) seguro social; no había INFONAVIT.

    Entonces: Digamos que se hacía un gran esfuerzo de conciliar, en este caso con el representante de Ferrocarriles Nacionales y sin necesariamente normas, sino con mucha capacidad de negociación y esa capacidad de negociación tiene un efecto importante si atrás del que está negociando cuenta con la unidad y la organización de los trabajadores.

    Por eso, él entendió -desde un principio- que era vital la unidad y la organización… primero en el ámbito sindical y, posteriormente (pues tuvo la oportunidad de participar en la construcción del Partido Socialista Unificado de México),… en lo que se conoció como el Partido Mexicano Socialista y -después- en el Partido de la Revolución Democrática. Ahí se tuvo que dar un ejercicio de unidad para poder lograr desaparecer todos los partidos políticos de izquierda… más importantes -en la época del PSUM, en la época del PMS y en la época del PRD-, para ir tejiendo la unidad en función de construir un solo partido de izquierda.

    A mi juicio fue uno de los mejores aciertos que  habido en la historia de izquierda de nuestro país porque cuando se dió, se tuvo la capacidad de disputar el poder de la presidencia de la república… en 1988 donde Cuauhtémoc Cárdenas ganó (Bueno: Todos sabemos el fraude que ocurrió).

    Entonces lo ví en los debates (a nivel de las comisiones encargadas) de… los principios, (el) programa, los estatutos, de diversos partidos políticos: ahí se requiere: generosidad; mucha capacidad de negociación; de conciliación, para convencerlos en el objetivo principal que era construir un instrumento de lucha que nos permitiera (perdón: Yo también participé dentro de eso proceso desde la trinchera del Partido Mexicano de los Trabajadores) y -entonces- si no se tiene esos principios si no se cree en que tenemos que construir la unidad con los seres humanos con el nivel de educación que tengan, con la cultura y estilo personal de quehacer, (no se avanza) como sea, (en lo que) necesitamos. La unidad se construye con seres humanos; con distintas personalidades, siempre subrayando lo más importante que -en este caso- era construir el instrumento de lucha del pueblo de México.

  • Los trabajadores mexicanos han sufrido -por décadas- el fenómeno del charrismo sindical ¿Cómo luchaba Valentín Campa en contra de esta inercia impuesta y reforzada desde distintos círculos? ¿Qué les decía a sus compañeros trabajadores sobre esta anomalía?

    Eric Suzán
  • Yo creo que es muy importante recordar también que Valentín Campa, él participó en la construcción de lo que se llamó la Central Sindical Unitaria de México, constituida… a finales del 27, 28, 29 y esa central se conformó con los sindicatos de las industrias más importantes que existían en ese momento como el Sindicato Minero-Metalúrgico… el Sindicato Ferrocarrilero... los sindicatos que había en el ramo de la industria eléctrica, de la industria telefónica y -también- (de otros) trabajadores (en este caso encabezado -siempre- por Vicente Lombardo Toledano, en aquellos años).

    Entonces Valentín tuvo la experiencia (… el primer secretario de esa central fue Siqueiros, pero después fue Valentín Campa), que fue una experiencia extraordinaria y que les permitió enfrentar -incluso- la represión de Pascual Ortiz Rubio (que fue cuando mataron a Álvaro Obregón y el propio Pascual Ortiz Rubio cuando hizo la toma de posesión como Presidente de la República, una vez que terminó -cuando iba a su auto- sufrió un atentado, que lo llevó a la Cruz Roja durante 2 meses)… Después viene 1934 -cuando llega el general Lázaro Cárdenas a la Presidencia de la República… (quien) ya tenía la experiencia de haber sido Gobernador del estado de Michoacán… de… apoyar la organización de los campesinos… y también de apoyar la organización de los asalariados… Él sabía  que era muy importante… para todo el proyecto político que tenía… el apoyo de las masas asalariadas tanto del como de la ciudad (como del campo o) no iba a tener la fuerza importante que después le permitió la nacionalización del petróleo… de ferrocarriles y -por ello- se puso a trabajar para que los trabajadores del campo crearan la Confederación Nacional Campesina, la CNC.

    Y también para que crearan la CTM, la Confederación de Trabajadores de México, la central obrera más importante que hubo en el siglo pasado… (Campa) participó en todo ese proceso… participaron sindicalistas, anarcosindicalistas, comunistas (hasta los 5 lobitos encabezados -en este caso- por Fidel Velásquez y Vicente Lombardo Toledano). Es decir, distintas corrientes del sindicalismo que en otro momento incluso chocaban, porque luchaban por organizar a los trabajadores con ideologías distintas, tuvieron la osadía, el coraje, el talento para olvidarse de dónde venían y confluir y construir la  central sindical más importante.

    A partir de ese momento comienzan a proliferar los sindicatos nacionales minúsculos, el sindicato nacional ferrocarrilero, el sindicato minero metalúrgico, el sindicato mexicano de electricistas, el sindicato nacional de trabajadores de la educación y promovieron la organización de los trabajadores al servicio del estado y crearon el famoso estatuto porque no existía la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado… ahí comenzaron a crear las bases de lo que hoy se conoce como… la Federación Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado…

    Es decir, todo un proceso de tener que conciliar, negociar, en función de lo importante (que) requiere de mucha energía, de mucha convicción, pero convencidos de que si no se hace así no se tiene la fuerza suficiente para que cobren vida los objetivos (en este caso, sindicales y -posteriormente- políticos)

    Rosalío Hernández
  • Rosalío Hernández y Eric Suzán

     
  • ¿Cuál es -en tu experta opinión, Rosalío- el gran legado de Valentín Campa Salazar? ¿Dónde radica la gran contribución de este mexicano ilustre?

    Eric Suzán
  • Sin duda: La honestidad, (que en él) es un valor fundamental. Lo digo como asesor sindical: por lo general uno asesora trabajadores o hace un emplazamiento a huelga (ya sea para la firma de un contrato colectivo de trabajo o ya sea para revisar un contrato colectivo de trabajo), y lo primero que se ofrece -de la otra parte- es la manera de corromper o de recibir dinero. Entonces: le pasó -muchas veces- a Valentín Campa.

    En el caso de la huelga (que él narra en sus memorias) de una empresa a la que le llamaban La Pedrera (de la que era accionista Portes Gil, gobernador -en aquel entonces- del estado de Tamaulipas), le ofrecieron dinero para para que no estallara la huelga. Obviamente no lo aceptó.

    Después, una semana antes… de la huelga nacional del ferrocarriles que estalló el 22 de febrero de 1927, el responsable de ferrocarriles llamó a Valentín Campa a sus oficinas y le dijo que parara la huelga. Obviamente le estaba ofreciendo subir de puesto. Él no aceptó y lo despidieron. Pero -en ese momento- varios trabajadores… se acercaron a la oficina y presionaron para que los dejaran entrar y ya eso evitó que Valentín Campa fuera despedido.

    Posteriormente Portes Gil ((quien)… asesor sindical en el estado de Tamaulipas -incluso formó un partido socialista en el estado de Tamaulipas por esos años con las petroleras-) le ofreció que participara en ese partido socialista y él (Valentín) no acepto. Es decir trataron de cooptarlo a las filas del poder, de la clase política gobernante y él permaneció  así desde lo que relata en sus memorias; el tiempo que yo lo conocí y hasta que murió (yo conocí como vivió: de manera muy digna y por supuesto, lo voy a decir -porque es cierto- una vez me pidió (se iba a ausentar) que si le apoyaba a escribir (su columna) en Excélsior, y sí -efectivamente- lo apoyé y un día recibí un sobre con la mitad de lo que a él le pagaban por sus artículos. Yo no quise recibirlo y se molestó muchísimo conmigo y me dijo: “Es la última vez que yo voy a confiar en usted”. Ante el enojo, acepté el 50 por ciento de lo que a él le pagaban. Es decir, era una persona muy recta… es un legado fundamental -sobre todo para los que nos dedicamos a ofrecer nuestros servicios para asesorar en este caso a los más vulnerables entre el capital y el trabajo-.

    Otro (legado) es La Persistencia: él fue encarcelado varias veces (…cerca de… (15) años estuvo en la cárcel). El más largo periodo fue… cuando lo encarcelaron con motivo de la huelga de las luchas ferrocarrileras en el 58-59 (a Vallejo lo encarcelaron en la Semana Santa de marzo de 1959 y a Valentín Campa lo encarcelaron en mayo de 1960. Vallejo duró (preso) 11 años, cuatro meses, 3 días, y Valentín Campa 10 (años). Pero Valentín Campa fue encarcelado (en muchas ocasiones): cuando la huelga ferrocarrilera de 1927…; cuando la empresa “La Pedrera”; fue encarcelado con la huelga que hubo (muy importante) en 1932 en “La Zarco” (una empresa del acero en Monterrey) y -después- fue encarcelado por Ferrocarriles cuando el choque de máquinas con Miguel Alemán… (por) 3 años y -bueno- los otros 10 años con las luchas ferrocarrileras de 1959.

    Y, sin embargo, él (en lugar de salir de la cárcel desanimado… (y) ya no seguir adelante), yo recuerdo -con bastón y con todo- siempre estuvo presente… en los trabajos políticos -prácticamente (hasta) por lo menos un mes antes de que muriera- (en este caso del Partido de la Revolución Democrática).

    (A su legado de)… persistencia… (y) honestidad (agrego) su disciplina para leer (porque él solamente estudió hasta sexto año de primaria, pero fue un autodidacta… tenía su biblioteca y escribía artículos (todos sabemos durante años escribió en varios periódicos) y -además- fue diputado federal y conocemos sus discursos a detalle por el archivo de la Cámara de Diputados))

  • Rosalío: No solamente tuviste el privilegio de interactuar con Valentín Campa: Lo has estudiado; has escrito una novela histórica sobre Valentín Campa; presides un centro que lleva su nombre y quiero aprovechar esta oportunidad que me brindas de conversar contigo sobre él: ¿Qué tipo de sociedad quería construir Valentín Campa para México? Hay todo un conjunto de cuestiones que él se propuso cambiar a lado de sus compañeros trabajadores; cuestiones que él reprobaba y debían terminar, (y más allá de esta perspectiva sobre lo negativo en la lucha de lo que hay que remover) viendo la parte constructiva: ¿Nos puedes hacer una descripción del mundo que Valentín soñaba con construir?

    Eric Suzán
  • Yo creo que una de las cosas más evidentes, cualquiera que lea los principios del programa (de los estatutos, en particular); los principios de los partidos políticos, que llamamos de izquierda, hay unas coincidencias (yo diría el 90 por ciento de coincidencia) lo que cambia es el lenguaje o manera en cómo se expresa, por supuesto Valentín lo trató de hacer durante gran parte de su vida a través del partido comunista, pero las ideas que las conversamos muchas veces, mira es construir una sociedad estructurada sobre bases de igualdad, de justicia, sin discriminaciones, ni privilegios; una sociedad donde los medios e instrumentos de producción, de comercialización sean de propiedad social (no de unos cuantos); una sociedad donde todo ser humano tenga una vida digna, plena, libre, independientemente de su sexo, de su ideología, de su religión… Son utopías que gente como ellos… (porque no fue el único Valentín Campa) nos plantearon esa posibilidad y se llegó a la conclusión de que vale la pena luchar trás esa idea. Aún conscientes de que la vida -por lo general- no alcanza para que cobren vida, pero luchar e ir persiguiendo esa sociedad. Segurito que él lo disfrutó. Pagó las consecuencias de luchar, por esa sociedad. Segurito que murió feliz (eso me queda perfectamente claro).

    Rosalío Hernández
  • ¿Era estratégica la aproximación de Valentín Campa a los desafíos? ¿Recuerdas algún caso en particular, en que haya llamado la atención -Rosalío- su aproximación estratégica frente al reto específico que se enfrentaba?

    Eric Suzán
  • Yo creo que sí (aunque -como todos los seres humanos y todos los que de alguna u otra manera participan- se cometen errores: es como “Cuando uno se baña, se moja”.  Entonces: Decir que uno no comete errores, pues es absurdo: los errores se cometen y -seguramente- él cometió muchos errores…

    Pero una de las cosas que -a mí- me llamó mucho la atención, fue cuando el ingeniero Heberto Castillo declinó en favor del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en el Partido Mexicano Socialista: habíamos tenido un ejercicio de poner a consideración de la sociedad (de todo el país) a cuatro candidatos (precandidatos) para que (a quien) sacara más votos, lo íbamos a apoyar: Hernández Delgadillo, Heraclio Zepeda, Othón Salazar y Heberto Castillo. Ese proceso electoral nos llevó varios meses y, finalmente, Heberto Castillo fue nuestro candidato a la Presidencia de la República en 1988.  Fuimos el único partido (en ese momento) que hizo un proceso de esta naturaleza: democrático. Estábamos muy felices; muy encantados con nuestro candidato y trabajábamos -todos los días- para fortalecer la candidatura del Ingeniero. Pero (como todos sabemos) hubo el desprendimiento del PRI (encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y los demás) y fue creciendo esa alternativa encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas. Comenzamos a ver que el pueblo de México no había olvidado -en particular- al General Lázaro Cárdenas. Entonces, tuvimos eventos multitudinarios en Michoacán, en la Ciudad Universitaria, en La Laguna y en otras partes. Comenzó toda una discusión: ¿Qué hacíamos? (porque muchos de los planteamientos que estaba haciendo el candidato (el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas) eran muy similares a los planteamientos políticos que hacia el ingeniero Heberto Castillo (a los que hacíamos en La Izquierda). Entonces, comenzó todo un proceso y me llamó mucho la atención que “El Hombre de Hierro”; “El Hombre de la Cárcel”; “El hombre que se decía Comunista y Socialista Hasta La Muerte” comenzó a reflexionar… (nos reuníamos en lo que se llamó la Comisión Sindical del Partido Mexicano Socialista. Ahí nos juntábamos todos los sindicalistas y (además de atender los asuntos obrero-patronales) discutíamos la parte política. Ahí, él (Valentín Campa) comenzó a expresar que deberíamos estar atentos a lo que estaba surgiendo como una alternativa paralela a la nuestra (a grado tal, que comenzamos a escuchar voces (en el sentido) de que era necesario que hubiera un acercamiento con la candidatura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas).

    Esto te dice que hay una capacidad analítica de (sopesar) las circunstancias; la coyuntura política que estábamos viviendo, y que -independientemente de que estaba surgiendo un candidato de las filas del partido al cual habíamos combatido políticamente durante decenas de años- había un desprendimiento que se acercaba mucho a nuestras propuestas políticas. En consecuencia, se hizo un gran trabajo para convencer al ingeniero Heberto Castillo que declinara. Yo digo que (gracias a eso) fue la primera vez que se derrotó en las urnas al partido oficial. Tuvieron que hacer un fraude mayúsculo para robarnos la Presidencia de la República. Pero a partir de ese momento este país es otro.

    En aquel momento, todos los Senadores de la República (salvo el que fue senador de Oaxaca) eran del PRI. La mayoría de los diputados eran del PRI; la mayoría de los gobernadores de los estados, eran del PRI; la Comisión Federal Electoral (el Secretario de Gobernación era el presidente; estaba un representante del PPS; estaba un representante del PAN; un representante del PST; todos eran partidos satélites), toda la organización de los procesos electorales estaba en manos del Poder Ejecutivo Federal. Por supuesto, que aquí en la Ciudad de México, éramos mexicanos de segunda: aquí no podíamos elegir a Jefes Delegacionales; aquí no teníamos una Cámara de Diputados Local; aquí no podíamos elegir al Jefe de Gobierno; no podíamos elegir a nuestros gobernantes -en aquellos años-, y a partir de ese gran salto que se dio de unión de la Izquierda del 88, este país es otra cosa. Ojalá y los jóvenes entendieran esto porque no siempre hemos vivido como ahora. Bueno, ahora hasta tenemos la Presidencia de la República (con todo y sus contradicciones o puntos de vista distintos) pero es un país totalmente distinto gracias a esos precursores que -efectivamente- está bien que el Titular del Poder Ejecutivo les llame Precursores de la Cuarta Transformación, porque sin ellos no tuviéramos lo que en estos momentos es una circunstancia política relativamente favorable. Que hay mucho que hacer, mientras existan los seres humanos y este tipo de sociedades, siempre habrá necesidad de estar participando en función de los objetivos en los cuales uno cree.

     

    Rosalío Hernández
  • ¿Qué valores privilegiaba Valentín Campa como líder cívico? ¿Recuerdas alguna situación en particular donde la conducta de Valentín Campa haya exaltado -de manera especial- algunos de estos valores?

    Eric Suzán
  • Sí. Sí: hay muchos. Bueno: En primer lugar, si bien defendía con pasión sus argumentos, sus ideas -con los propios compañeros y más con los adversarios políticos- me quedaba perfectamente claro que nunca los hacia personales. Una cosa es que tengamos ideas distintas entre los propios compañeros (y más con los adversarios), pero nunca: “Esto es un asunto personal”. Las ideas por las cuales uno lucha -no es porque uno odie a los adversarios- sino porque tiene confianza. En todo caso: tiene uno amor por ideas (con base en las) que considera deberíamos construir sociedades humanas más justas; más igualitarias; más democráticas. Valentín era de esos. Era muy cívico. Repito: No quiero decir que no tuviera la capacidad y la contundencia de defender sus ideas. Lo que me admiraba, era que nunca las tomaba como algo personal.

  • ¿En dónde crees que radicaba el asidero de esa enorme persistencia que mostraba Valentín Campa, ante la adversidad? ¿Qué externaba Valentín como razonamiento ante situaciones, ante las cuales otros solían claudicar?

    Eric Suzán
  • Yo creo que es la convicción (sin duda) de que es posible construir sociedades distintas a la que le tocó vivir. Por ejemplo, una de las cosas que él cuestionó siempre (y no solamente él sino otros dirigentes sindicales, de la talla de él), es que el Estado no debería meter las manos en el nacimiento y funcionamiento (y -en todo- caso muerte) de las organizaciones sindicales; que ahí debería ser una obra de los propios trabajadore (porque -además- estaban establecidos en la Constitución los derechos de: huelga, de libertad sindical, de estabilidad laboral de un salario constitucional,  etc.  Entonces: Esta convicción de que las organizaciones deberían ser autónomas del estado, es una bandera que enarboló toda su vida y estaba convencido de que tenía que trabajarse por ello. Él tuvo la oportunidad (siendo muy joven), por ejemplo, en aquellas Convenciones Obrero-Patronales que hubo en el gobierno de Pascual Ortiz Rubio y donde nace la Ley Federal del Trabajo en 1931. Pascual Ortiz Rubio convocó a los patrones a que nombraran un número determinado de dirigentes patronales y a los trabajadores a que nombraran un número determinado de líderes sindicales. El gobierno los puso a trabajar,  acondicionó, hizo posible ese ejercicio hasta que salió la Ley Federal del Trabajo. Ahí en los debates obviamente participó  Vicente Lombardo Toledano, Siqueiros, Valentín Campa, Hernán Laborde, etc., y ahí plantearon estas ideas que ahora estoy aquí compartiendo. Otra de las cosas fundamentales que -a mi juicio- también es como la gasolina, es que en la medida que se lucha y se van obteniendo cosas tan importantes como fue, por ejemplo, el nacimiento del IMSS (hoy hablamos y criticamos muchas cosas del IMSS pero antes, los asalariados mexicanos no tenían el IMSS; tenemos el INFONAVIT, que no existía). Eso es un trabajo de los sindicalistas de este país. Tenemos el asunto de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, que ahora van a desaparecer por las reformas laborales que hemos tenido. Esas instituciones no siempre han existido, tenemos el derecho a las pensiones, las jubilaciones, tenemos el derecho de huelga, todo eso -si no se hubiera luchado de manera persistente, consistente y pagando el precio de la lucha- no existiría en estos momentos en nuestra sociedad. Entonces cuando uno (a lo mejor) llega a viejo y no cobra vida todo lo que uno quizo, pero ve esas cosas al lado, dice uno: ¡Vale la pena! Por ejemplo -tengo que decirlo-, a mí me encanta ahora que podamos elegir a los gobernantes en la Ciudad de México (varias veces fui encarcelado por andar pintando bardas), que tengamos gobernador electo… no ¡bueno! -a mí- me da mucho gusto eso: Que hoy lo podamos hacer. Es un ejemplo...

    Rosalío Hernández
  • ¿Cómo recuerdas -Rosalio- el carácter de Valentín Campa? ¿Qué rasgos de personalidad eran “muy de Valentín”?

    Eric Suzán
  • Como ser humano, yo tuve oportunidad de convivir incluso en casa, comidas (no muchas, pero unas dos o tres veces) y veía ¡cómo le encantaban los dulces! A veces, su compañera le tenía que quitar de las manos los dulces (porque era muy comelón). Esta parte nos divertía mucho, porque casi le tenía que esconder -su compañera- los cacahuates (como yo asesoraba a los trabajadores de Mafer, entonces teníamos cacahuates de primera y él lo sabía. Tuve la fortuna de tener la oportunidad de dotarlo -mes a mes- de cacahuates. Eso -para mí- es una parte humana.

    La otra es que -cuando iba a escribir la novela (histórica sobre Valentín)- platiqué con él antes de hacerla y tuve varias entrevistas grabadas y ahí me platicaba algunas cosas que no le gustaban. Por ejemplo: De Demetrio Vallejo, (decía) que era un obrero que tenía una contundencia de aplastar al adversario desde el punto de vista político. Él decía que era gastar energía de manera innecesaria: que lo importante era transformar la sociedad. Eso a mí se me ha quedado grabado de Valentín Campa (a pesar de los años transcurridos)

    Rosalío Hernández
     
  • ¿Cómo era Valentín Campa como amigo (más allá del rol que él decidía desempeñar en la asambleas)? ¿Cómo era él en el plan más íntimo de convivencia (ya afuera del contexto de las asambleas)?

    Eric Suzán
  • Me estás haciendo recordar cosas muy personales (pero creo que tengo que decirlo). Mira: una vez yo traía una orden de aprehensión por estar asesorando a unos trabajadores y, entonces, no podía viajar ni en camión ni en avión (porque con una orden de aprehensión…) y él me ofreció su casa. Nunca lo voy a olvidar. Bueno: Él duró muchos años en la clandestinidad… entonces -para mí- eso es una cosa que recuerdo con mucho cariño (pero no solamente a él, sino a su compañera: decían que me fuera ahí a esconderme (en su propia casa) (Obvio que no quería hacerlo, porque ya eran personas mayores...).

    Rosalío Hernández
  • En cuanto al ser humano ¿Recuerdas alguna anécdota que valdría la pena que la gente de hoy conociera respecto a este Mexicano Ilustre?

    Eric Suzán
  • Pues (como de una u otra manera he dicho) creo que lo fue para todos: Vimos cómo llegaba -en sus últimos años- a las conferencias al Partido de la Revolución Democrática, con su bastón (parecía que no estaba oyendo; parecía que no iba a participar y luego) uno lo veía que levantaba la mano (o sea: No gastaba energía por horas; se estaba quieto y a veces uno decía: “Este señor se nos va a dormir aquí”, pero no). Usaba la poca energía que tenía para exponer las ideas (después de estar escuchando al resto de las personas).  Eso lo viví en sus últimos años.

    Una cosa más que me parece importante rescatar de este ser humanos excepcional, es que trataba muy bien a su asistente: (Varias veces viajamos) Siempre le trataba con mucho respeto (Sí: Lo ayudada y demás). Nunca lo escuche gritando o diciendo alguna majadería, eso me parece que también habla del hombre que tiene mucha sensibilidad para tratar a sus semejantes.

  • Valentín entregó una parte considerable de su vida a organizar movimientos (tanto sociales como políticos) y fue privado de su libertad durante 13 años. En la época en la que tuviste la oportunidad de tratarle (cuando ya rondada los 70 años de edad) ¿Recuerdas a que le gustaba dedicar esos pequeños momentos de tiempo libre? ¿Hay alguna  anécdota de épocas previas, de lugares que a Valentín le gustaba frecuentar? ¿A dónde le gustaba ir cuando andaba por los 40 años de edad (llegaste a tener noticia de cuáles eran sus inclinaciones, qué disfrutaba)?

    Eric Suzán
  • A sus 40 años no tengo noticia. Lo que sí es la experiencia que tuve desde 85 (hasta que murió): -La verdad- lo que nos gustaba (era lo que hacíamos): En la primera oportunidad era comer; comer y comer; nos reuníamos, ahora sí que llevábamos cada quién alguna botella de vino (y similares). En eso nos divertíamos, ese era nuestro pasatiempo, eran nuestro oasis en el quehacer cotidiano como luchadores sociales. Eso es lo que a mí me consta.

    Rosalío Hernández
  • Valentín Campa

     
  • ¿Qué crees que diría Valentín Campa del México que vivimos en estos momentos?

  • Que valió la pena haber dedicado la mayor parte de su vida al trabajo político-sindical (sin duda está feliz dónde esté y convencido de que valió la pena dedicar toda esa energía en la causa que el creyó ¡Por supuesto que valió la pena!

    Rosalío Hernández
     
  • ¿Podremos recoger una información adicional de una de las preguntas? Me gustaría -en la parte del Charrismo Sindical- ver si amplias -un poquito- lo que ya nos ofreciste... Los trabajadores mexicanos han sufrido por décadas el fenómeno del Charrismo Sindical ¿Cómo luchaba Valentín Campa en contra de esta inercia impuesta y reforzada desde distintos círculos? ¿Qué le decía a sus compañeros trabajadores sobre esta anomalía?

    Eric Suzán
  • Creo que es importante recordar que la palabra Charrismo-Sindical precisamente nació a raíz de que fue destituido… el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Ferrocarrilero… -(del) cual Valentín Campa era parte-, por el gobierno de Miguel Alemán. No solamente eso: Fue acusado de que habían gastado recursos económicos -lo cual es mentira-. Lo que pasó es que el Sindicato Ferrocarrilero apoyó la creación de una Confederación Nacional (porque se salieron de la CTM (desde 1947 ya estaba Fidel Velázquez y los 5 lobitos ya habían echado a Vicente Lombardo Toledano de la CTM). El sindicato de Ferrocarriles se había salido y crearon una  nueva central obrera y el hombre que se prestó a lo que hizo Miguel Alemán se (apeillidaba) Díaz de León y le decían Charro, porque se vestía realmente de charro: iba a trabajar a Ferrocarriles (era muy fantoche, fanfarrón)… vestido de charro. Ese hombre se prestó para dar el “charrazo”, es decir, eliminar a la Dirección Sindical (, tomarla) y encarcelar a Luis Gómez Z. Valentín Campa anduvo huyendo, pero aún así, lo apresaron -otra vez-. Entonces: Él vivió después de los años 30 (que eran unos años donde el general Cárdenas apoyó mucho la organización de los trabajadores; vivió la parte donde Miguel Alemán institucionalizó el Charrismo Sindical (apoyando a Díaz de León), precisamente en el Sindicato Ferrocarrilero, y después lo encarcelaron (a Valentín) acusándolo de que él había sido el autor intelectual de un choque de unas máquinas en Jalisco. Lo encarcelaron más de tres años y -cuando sale de la cárcel (en enero de 1953)-, él se ve obligado (porque hay una negociación -tengo que decirlo, porque es cierto-) a ser indemnizado por Ferrocarriles. La condición era que salía de la cárcel,  pero tenía que aceptar la indemnización… Por supuesto ese dinero que recibió, lo usó para seguir en la lucha con el Partido Obrero Campesino que… habían creado años atrás cuando fueron echados en los años 40 del Partido Comunista Mexicano (por esa lucha interna que hubo con miras al asesinato de Trotsky en 1939). (Jubilado, Valentín) siguió apoyando a los ferrocarrileros  como un trabajador más.

    Algo que me parece fundamental (y que muchos sindicalistas olvidan) es que él nunca luchó en los sindicatos tratando de crear otros sindicatos en los mismos centros de trabajo, sino que creaba movimientos sindicales dentro de los sindicatos (preexistentes, aunque tuvieran deficiencias). Porque él decía algo (que yo estoy convencido que es cierto): Los sindicatos son instrumentos de lucha, y los instrumentos no tienen alma; no tienen moral; no son buenos ni malos (esa silla es un instrumento para sentarnos, pero no es buena ni mala: si uno la usa para sentarse, cumple una función positiva; pero si uno la usa para pegarle a otra persona, el efecto es negativo, pero no tiene la culpa la silla, sino tiene la culpa cómo usas y para qué usas la silla). Entonces: Los sindicatos no nacen buenos ni malos, depende de cómo los usas: Si los usas cómo un instrumento para vigilar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores y mejorar las condiciones de vida y de trabajo en la medida de la capacidad de las empresas, estás cumpliendo con la función para lo cual fue creada el instrumento del sindicato. Pero, si ese sindicato lo usas como un patrimonio personal y las cuotas sindicales no son para que el sindicato funcione… (peleando por) los derechos e intereses de los representados, ese sindicato tiene un efecto negativo, pero no es por el sindicato es por los dirigentes sindicales que lo están usando de manera inadecuada, incorrecta (no sana) el instrumento. Entonces por eso él decía: “Aquí no vamos a crear sindicatos paralelos. Eso del sindicalismo independiente no. Vamos a crear movimientos sindicales dentro del seno de los sindicatos para hacer funcionar el sindicato como debe ser: en función de los derechos e intereses de los trabajadores”.

    Eso es importantísimo, porque ahora muchos trabajadores, como existe cierta facilidad de lograr el registro de sindicatos (antes solamente se lo daban a las centrales obreras. Hoy no: tenemos un gobierno distinto, etc. y la ley es relativamente fácil: Dice que bastan 20 trabajadores para formar un sindicato; hacer estatutos; un padrón y demás… y tener el registro). Algunos compañeros -desde mi punto de vista- equivocados, se la pasan construyendo varios sindicatos en El Metro Sistema de Transporte Colectivo. Ya tenemos varios sindicatos en El Politécnico, ya tenemos varios sindicatos petroleros (como si los sindicatos tuvieran la culpa; el instrumento tuviera la culpa). Él nunca hizo eso; él nunca trato de formar otro sindicato (ni Vallejo). (Valentín) conformó lo que llamó el Consejo Nacional Ferrocarrilero y Vallejo conformó el Movimiento Sindical Ferrocarrilero (y digo Demetrio Vallejo,  porque los dos vienen del seno del Sindicato Ferrocarrilero. Después cuando Vallejo regresa al PSUM, se fusionan el Consejo Nacional Ferrocarrilero y el Movimiento Sindical Ferrocarrilero y crean una organización superior, pero dentro del seno mismo). (Valentín Campa) así enfrentaba estratégicamente (y yo, como asesor; que a eso me dedico, de eso vivo, sigo esa táctica, que -salvo lo que digan mis compañeros- nos da resultados positivos)

    Rosalío Hernández
  • Te apreciamos -Rosalío Hernández- esta conversación que nos ha permitido traer a Valentín Campa; hacerlo presente para los mexicanos de hoy.

    Eric Suzán
  • ¡Gracias! Estoy a la orden…

    Rosalío Hernández

Entrevista a Pablo Gómez